Si tienes pensado acometer una reforma integral o parcial de tu vivienda, es el momento perfecto entonces de alisar las paredes en caso de que tengan gotelé. Esta tipo de trabajo de reformas en La Cala del Moral o Málaga permite obtener el resultado perfecto cuando se realizan las operaciones necesarias para pintar las paredes de la mejor forma posible.
En el mundo del bricolaje y el trabajo manual puede haber pasos preparatorios que marcan la diferencia. Piensa, por ejemplo, en quién tiene que pintar una barandilla de hierro. Antes de pasar el pulimento hay que quitar el óxido del metal y lijar la superficie para eliminar las imperfecciones.
Esto se hace por una razón: hacer la base adecuada para la nueva capa de color. El resultado final será superior, capaz de sacar el máximo provecho desde el punto de vista estético y protector. Lo mismo ocurre con el afeitado de la pared. ¿Pero cómo proceder? Vamos a ver los pasos a tener en cuenta.
Cuál es el mejor período para hacerlo
Antes de alisar, tienes que enyesar tu pared para crear una base útil para futuros trabajos. Si no se crean las condiciones óptimas para alisar la superficie, no se puede preparar una base adecuada para aplicar posteriormente la pintura, y por lo tanto para resaltar los colores.
¿El consejo a seguir para no tener problemas con el yeso? Usa papel de lija en las inconsistencias y, sobre todo, en cualquier exceso de relleno. Elimina cualquier posible resto de polvo para poder trabajar sobre una base totalmente seca.
Cómo alisamos bien una pared
Este es el paso más importante para que nuestra reforma de paredes y pintura quede perfecta. No se trata únicamente de alisar correctamente las paredes o mejorar posibles irregularidades, sono de resolver cualquier tipo de problema presente. Para ello lo ideal es trabajar el yeso conjuntamente a una malla de fibra de vidrio para evitar las posibles grietas.
Una vez hemos lijado convenientemente la pared hay que pasar el yeso específico a base de cemento. Esta elaboración se debe preparar y esparcir sobre las paredes ya lucidas mediante movimientos directos y homogéneos.
Para aclarar las cosas, en una primera capa se aplica el producto resultante con la idea de crear una base homogénea y sin imperfecciones, siendo la segunda capa ya más incisiva. El objetivo final es conseguir una superficie compacta e impecable. Esto se consigue mediante el uso de paletas específicas de metal rígido y perfil delgado.
Un inconveniente que obliga necesariamente a posponer la pintura de la pared es la formación de agujeros o cráteres, visibles a contraluz y observando la pared frontal y lateralmente.
Cuando se produce una situación de este tipo, es esencial actuar rellenando estas imperfecciones, utilizando un frasco de masilla o pasta para paredes; el material debe aplicarse con una espátula blanda, tratando de no poner mucha cantidad.
De hecho, se recomienda utilizar cantidades muy pequeñas para evitar que la masilla se despegue en el futuro, debido a condiciones climáticas adversas como la humedad excesiva.
Cómo alisar una pared ya pintada
Para estos casos determinados, lo primero que deberemos hacer es quitar la pintura vieja y alisar todas aquellas zonas que queden ásperas.
Otras situaciones ocurren cuando la pared ya está pintada y el estado no es tan malo como para necesitar un mantenimiento adicional o una nueva capa de pintura, se puede aplicar directamente masilla de cal o yeso de alisado sobre la superficie a tratar después de alisar con una lija de grano fino. Eso sí, no te olvides de eliminar previamente todo el polvo presente en la zona a tratar.